La vuelta al valiente erotismo

Peri Rossi vuelve a su valiente erotismo con “La noche y su artificio”

Entrevista

Agencia EFE

Domigo  17 agosto 2014

Cristina Peri Rossi acaba de salir del hospital y se recupera de una infección pulmonar; no es la primera vez, pero mientras supera el trance paladea el éxito del libro que publicó sobre su relación con Julio Cortázar, y la aparición en septiembre de su nuevo poemario, “La noche y su artificio”.

Un poemario que sale a la calle cinco años después de que la escritora ganase en 2009, con “Playstation”, el premio de poesía de la Fundación Loewe -fue la primera mujer que lo hizo-, y un libro “muy importante” para la autora uruguaya, afincada en Barcelona casi desde que se exilió de su país en 1972.

Peri Rossi, en conversación telefónica con Efe, habla con pasión, aunque esté delicada de salud, de su nuevo poemario, cargado de amor y erotismo como solo ella sabe hacer. Para la poeta, el erotismo siempre ha sido un elemento divino y subversivo.

De hecho, según la última premio Cervantes, Elena Poniatowska, “si hay una escritora erótica en nuestra lengua, es ella. Lo sabe todo sobre los desastres íntimos y los públicos, y sobre ellos escribe. Es la escritora que corre más riesgos y, a la vez, la más expuesta, como un trapecista en la red”.

“Aunque no publique poesía todos los años, escribo más poesía de la que publico, y no necesariamente lírica o erótica. Pero me gusta guardar mucho tiempo los poemas en un cajón, para que el filtro del tiempo decida si perduran -argumenta Rossi-, y ‘La noche y su artificio’ ha superado la prueba de los dos años en el cajón”.

“Me parece uno de mis mejores libros, heredero quizás de mis anteriores ‘Babel Bárbara’, ‘Otra vez Eros’ o ‘Estrategias del deseo’. No se trata de poemas sueltos, sino que tienen una secreta arquitectura y se relacionan entre sí, se contestan, a veces se contradicen, están vivos. Leánlo, les va a gustar”, dice con ternura y humildad esta gran cuentista, novelista, ensayista y traductora.

“Esto no quiere decir -advierte- que haya abandonado la línea de ‘Playstation’, es más, posiblemente el año próximo publicaré otro libro que continúa esa línea y no la de ‘La noche y su artificio’. Me gusta tener más de una voz. Mi sueño no es una única voz que termina por convertirse en una caricatura de sí mismo, como les ocurre a algunos poetas famosos”.

“La noche y su artificio” saldrá en la primera quincena de septiembre publicado por Cálamo, y en él la escritora, nacida en Montevideo en 1941, retoma su lenguaje erótico y amoroso para ponerlo al servicio del símbolo romántico de la noche urbana como escenario de los flechazos de Eros.

Pero la noche urbana también como paradigma de la soledad, del miedo, de las ausencias y las separaciones. Un libro lleno de lirismo y “estrictamente contemporáneo”.

“Este amor será escrito/con tinta de tiburón/de los océanos”, escribe la autora de “Aquella noche”.

“Como el joven Fausto seducido por Mefistófeles/al inclinarme sobre tu cuerpo/al besar tu sonrisa/al encender tus senos como faros de Alejandría/dije:’Detente, instante, eres tan bello’/y todo en mí era una ola precipitándose sobre el tiempo…”, escribe Rossi en “Detente, instante, eres tan bello”, un poema con claras referencias al famoso “Fausto” de Goethe.

Pero la periodista e icono de la literatura escrita con conciencia de género, una pensadora y creadora libre y sin pelos en la lengua, también está recogiendo los ecos de su libro “Julio Cortázar y Cris”, editado el pasado junio, una preciosa crónica de la relación de profunda amistad que mantuvo con el autor de “Rayuela”, a quien conoció en 1973, que duró hasta su muerte.

Un libro escrito “con mucho amor”, lleno de anécdotas y conversaciones entre Cortázar, treinta años mayor, y Rossi.

Una relación intensa llena de complicidades, viajes, relatos y seducción, entre París y Barcelona. Un amor imposible entre “la musa” del escritor y aquella joven poeta por las diferentes preferencias sexuales que sentían ambos.

Y un libro, editado también por Cálamo, donde sí deja claras sus sospechas de que el escritor murió del virus del sida (cuando nadie sabía todavía su nombre), contraído en una transfusión de sangre contaminada realizada a raíz de una operación de estómago que se le hizo en 1981 en un hospital francés, y no de leucemia como se creía.

En Uruguay también se ha publicado este mes “Habitaciones privadas”, en la editorial HUM, el libro ganador del Premio Internacional de Relatos Mario Vargas Llosa, en 2010, y en septiembre saldrá también “Cortázar y Cris”, en la misma editorial.

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